Por una educación mundial sin límites

Según la ONU, la educación es un derecho humano fundamental, esencial para poder ejercitar todos los demás derechos. La educación promueve la libertad y la autonomía personal y genera importantes beneficios para el desarrollo. Sin embargo, millones de niños y adultos siguen privados de oportunidades educativas, en muchos casos a causa de la pobreza. Sin embargo, esta teoría sobre el papel no llega a convertirse en realidad en muchas partes del mundo como por ejemplo en la India.

En la India el 39% de la población es analfabeta, de ella, el 56% son mujeres. Además, el 62% de las personas de las castas más desfavorecidas no terminan sus estudios. Sólo hay un 1% de chicas dálits estudiando en la universidad… ¿Se puede cambiar esto? Por supuesto que sí y en parte, gracias a la gran labor social que asociaciones como la Fundación Vicente Ferrer realizan cada día en lugares como la India.

La FVF concentra su mayor parte del trabajo en estados como Telangana (con 10 distritos) y Andhara Pradesh (13 distritos) donde la carencia a una educación y a una sanidad y la extrema pobreza es el peor de sus problemas. Por eso, desde la fundación se trabaja duramente en que los miles de personas que residen en esta parte de la India consigan, entre otras cosas, la autosuficiencia que podría proporcionales la educación.

De hecho, el ámbito de la educación es uno de los que recibe un énfasis especial desde que se iniciara el programa educativo en 1978 cuando se observó que el fracaso escolar era una realidad en la zona. ¿Cómo? mediante la creación de escuelas de refuerzo en las que los niños y niñas pueden complementar sus horas de estudio y así poder llegar más capacitados para las escuelas educación secundaria.

Un proyecto en el que ya hay 2.121 niños

Todo un trabajo impensable sin las aportaciones desinteresadas de millones de personas que han conseguido que en la actualidad 2.121 niños sean alumnos de este tipo de colegios y que muchos de los alumnos, pioneros de este proyecto, hoy se encuentren en la universidad o incluso sean profesores de los nuevos alumnos.

Además, otro de los temas pendientes de la sociedad mundial es terminar con la discriminación entre ambos sexos. Por eso desde la fundación trabajan cada día por conseguir igualar la tasa de alfabetización femenina con la masculina, en 1999 se creó un proyecto para apoyar a las niñas que abandonaron los estudios: las escuelas puente. Estos centros alojan a niñas y las preparan para reincorporarse a la educación reglada en el curso que les corresponde según su edad. En 2012- 2013, se matricularon en las Escuelas Residenciales Puente más de 1.000 niños y niñas.

Todo un trabajo desinteresado mediante el cual se pretende abordar una de las principales causas que contribuye a perpetrar la exclusión de la estructura social de la India.

Y es que, aunque haya lugares en los que esto no se sabe, la educación es un derecho al que todo el mundo debería tener acceso. ¡Luchemos porque así sea!

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