En 1875, Chassaignac, un neurólogo francés descubrió que un caballo en acción mejoraba el equilibrio, el movimiento articular y el control muscular de sus pacientes. En 1944 la Cruz Roja Americana organiza, en el Centro para Convalecientes de la Fuerza Aérea de Nueva York, el primer programa terapéutico de rehabilitación de los aviadores con estos animales. Y así hasta nuestros días donde la equinoterapia se ha convertido en una terapia que cuenta con los caballos como los mejores mediadores terapéuticos.
De hecho, se trata de un tratamiento tan recurrido en la actualidad que varias asociaciones ya recurren a él como terapia para sus pacientes con discapacidades psíquicas como Síndrome de Down, Síndrome de West, Síndrome de Rett, Síndrome de Asperger, esquizofrenia… Este es el caso de Aldeas Infantiles.
En busca de la igualdad de oportunidades
El programa ‘Terapias Ecuestres’ surge del Centro de Programas Sociales de Aldeas Infantiles SOS, cuya misión es ayudar a mejorar la calidad de vida de los niños, jóvenes y familias que forman parte de los programas de Aldeas, generando una serie de condiciones que ayuden a conseguir la igualdad de oportunidades y la autonomía. La visión que sostiene esta organización son los sistemas integrados de calidad, ética y medio ambiente, que genere fortaleza y valores en la infancia.
Las terapias ecuestres engloban todas aquellas actividades ecuestres destinadas a la rehabilitación de personas con discapacidad física y/o psíquica, riesgo de exclusión social o inadaptación social, donde el caballo y su entorno, constituyen el medio o herramienta que ayuda a la recuperación emocional del niño.
Como actividad rehabilitadora que es, incluye tanto un diagnóstico, una evaluación, y un tratamiento de la incapacidad, por lo que es imprescindible la participación de un equipo multidisciplinar para trabajar cada caso concreto.
Las terapias se efectúan fundamentalmente en áreas abiertas, lo que ayuda a crear momentos de entretenimiento y deporte, diluye ese ambiente de terapia y permite obtener toda la disposición para el aprendizaje.
Las necesidades de niños que pasan su infancia en Centros de Acogida son aún mayores
Las necesidades de los niños son muchas en todos los casos (protección, seguridad, estabilidad, cercanía, etc…), pero para aquellos que han pasado su infancia en Centros de Protección éstas se multiplican y se complican en la mayoría de las situaciones.
La no presencia de entornos familiares protectores y seguros les deja en una situación de total abandono ya que no son lo suficientemente niños para tener derecho a la protección, ni lo suficientemente adultos como para, por si mismos, garantizarse la seguridad que necesitan.
Por todo esto, Aldeas Infantiles busca fortalecer las capacidades psicosociales en niños, niñas y jóvenes en riesgo de exclusión social y desamparo para mejorar la integración con su familia e iguales.
Los objetivos específicos son:
- Mejorar las capacidades psicológica y emocional
- Mejorar las capacidades sociales y comunicativas
- Mejorar el desarrollo físico motor
No obstante, para seguir ayudando a cientos de niños Aldeas Infantiles necesita tu colaboración. Y tú, ¿te sumas a este genial proyecto?