Se llamaban Harry Mokoshini (9 años), David Fletcher (15 años), Enelisi Nkhata (21 años) y Whitney Chilumpha (2 años) y en los últimos meses sus cuerpos han aparecido, no solo sin vida sino también, con los miembros amputados en Malawi. ¿Sus ‘delitos’? Ser albinos, una condición con la que viven alrededor de 7.000 y 9.000 personas en Malawi. Personas que, en pleno siglo XXI, viven con el temor de perder la vida en manos de bandas criminales. Porque ser albino en Malawi es un riesgo.
Whitney era una pequeña de dos años que la noche del 3 de abril fue secuestrada de su propia casa mientras dormía junto a su madre. «La pequeña dormía con su madre en una población muy pobre de Malawi cuando en mitad de la noche la madre, al despertarse, se dio cuenta de que no estaba a su lado«, cuenta Esther Beltrán, directora de Amnistía Internacional.
A penas un mes después el cuerpo de la niña aparecía con sus miembros amputados. Whitney, como desgraciadamente temía su familia, se había convertido en una víctima más de su color de piel.
Miles de personas temen por su vida en Malawi por se albinas
En Malawi miles de personas viven con la alteración genética conocida como albinismo. Una condición que está presente al nacer. Una de sus principales características es la falta de pigmentación (melanina) en el pelo, la piel y los ojos, que se traduce con una extrema sensibilidad al sol y a la luz brillante. Una alteración genética que en cualquier otra parte del mundo no genera ningún problema, en África tener albinismo es temer por la vida.
“Viven discriminados. Hay una parte, sobre todo en las partes rurales, en las que viven muy desamparados. Siempre con miedo a que algo les ocurra, que les secuestren, o incluso les asesinen, de hecho, una gran parte emigra a zonas más urbanas para que no les pase nada”, cuentan desde Amnistía Internacional quien no cesa en su lucha por denunciar la situación que estas personas sufren día tras día por su color de piel. ¿Por qué? En este país existe el mito de que sus huesos o ciertas partes de sus organismos atraen la riqueza, por lo que existe un comercio con las partes de sus cuerpos para hacer brujería. Un comercio que desde noviembre de 2014 se ha incrementado de manera escandalosa.
Las desapariciones no cesan
Amnistía Internacional afirma que al menos 18 personas con albinismo han muerto y cerca de otras cinco han sido secuestradas y permanecen desaparecidas desde noviembre de 2014. Siendo las mujeres y los niños particularmente vulnerables a los homicidios, a veces dirigidos incluso por sus propios parientes cercanos.
Además, hay la ONG denuncia que existen alrededor de 39 casos de exhumación ilegal de los cuerpos o robos de huesos y otras partes de cuerpos tomadas de cadáveres, algunos de los cuales, según Amnistía, podrían ser en realidad casos de ejecuciones reales en lugar de sustracciones.
Se cree que los huesos de estas personas son vendidos a practicantes de la medicina tradicional en Malawi y Mozambique para su uso en hechizos y pociones mágicas ante la creencia de que traen riqueza y buena suerte, además de que los huesos contienen oro. Por ello, las atrocidades que las mafias son capaces de hacer son incalculables. De hecho, ACNUR ha denunciado que, según sus últimos datos, por una extremidad de un albino se llega a pagar más de 3.000 euros, mientras que por todo el cuerpo la cifra ronda los 60.000 euros.
Esta organización precisa que el número real de víctimas mortales puede ser mucho mayor debido a que muchos rituales secretos en las zonas rurales nunca son reportados ni hay documentación sistemática de los delitos contra las personas con albinismo en Malawi. Una realidad cuanto menos desvastadora por la que asociaciones como Amnistía Internacional no paran de luchar y para lo que necesitan tu ayuda.
La organización quiere conseguir el mayor número de voces que griten al Gobierno de Malawi que tienen que proteger a las personas con albinismo, proporcionando mayores niveles de vigilancia y tomando medidas cuando estos ataques se producen.